La rehabilitación de fachadas puede ser de diferentes tipos, según el estado en que se encuentre el edificio y el tipo de problema que presente.
A continuación, describimos los principales tipos de rehabilitación de fachadas:
- Restauración: Este tipo de rehabilitación se lleva a cabo en edificios con valor histórico o patrimonial y consiste en restaurar la fachada a su estado original. Se utilizan técnicas y materiales específicos para mantener la esencia del edificio y conservar su valor.
- Renovación: Este tipo de rehabilitación es necesario en edificios que han sufrido daños y deterioros en su fachada a causa del paso del tiempo o factores ambientales. La renovación consiste en reparar los daños y sustituir los materiales que se hayan desgastado.
- Revestimiento: Esta técnica se utiliza para mejorar la apariencia de la fachada sin tener que hacer grandes obras. Consiste en colocar un revestimiento exterior, que puede ser de diferentes materiales como cerámica, piedra o madera, sobre la fachada original.
- Aislamiento: En ocasiones, la rehabilitación de la fachada no solo es necesaria por motivos estéticos, sino también para mejorar la eficiencia energética del edificio. El aislamiento térmico se puede realizar desde el exterior de la fachada, lo que mejora la eficiencia energética del edificio y ahorra costes en calefacción y aire acondicionado.
La rehabilitación de fachadas es una tarea importante para mantener la seguridad, la eficiencia energética y la estética de un edificio. Es importante contar con profesionales especializados en la rehabilitación de fachadas para realizar los trabajos necesarios con garantía de calidad y seguridad. Además, la rehabilitación de fachadas puede tener un impacto positivo en el valor del edificio, por lo que es una inversión que puede merecer la pena a largo plazo.
